El propósito principal de un fideicomiso es transferir activos de una persona a otra. Las cuentas de inversión, las casas, los automóviles y otros artículos valiosos pueden depositarse en un fideicomiso. Una de las principales ventajas de un fideicomiso es que, por lo general, impide que sus activos (y sus herederos) pasen por el proceso legal de un testamento cuando usted fallece. Piense en un fideicomiso como una enorme bóveda bancaria donde puede guardar todo su dinero y activos.
Puede guardar su casa, su cartera de inversiones, sus intereses comerciales, sus autos clásicos e incluso sus joyas en la bóveda. El fideicomiso lo administra un «fideicomisario», que puede ser uno de sus hijos adultos, un hermano, un buen amigo o un profesional al que contrate para que supervise el fideicomiso. El fideicomisario protege y administra activamente los fondos fiduciarios de acuerdo con sus deseos y puede hacer las distribuciones entre los «beneficiarios» que usted designe. Un fideicomiso en activo revocable es un instrumento creado con el propósito de proteger sus activos durante su vida y transferirlos después de su fallecimiento.
Crear un fideicomiso tiene varios beneficios. La principal ventaja es evitar los procedimientos judiciales testamentarios. Poner sus activos importantes en un fideicomiso puede brindarle la tranquilidad de saber que los activos pasarán al beneficiario que usted designe, en las condiciones que elija y sin tener que pasar por largos procesos legales. Un fideicomiso también proporciona privacidad con respecto a la información que se comparte sobre su patrimonio.
Otra característica es que colocar sus activos en un fideicomiso ayudará a protegerlos en caso de que quede incapacitado. Por último, al colocar el patrimonio en un fideicomiso y nombrar a uno o más fideicomisarios sofisticados para que lo supervisen, los fundadores pueden aumentar la probabilidad de que los activos del fideicomiso se administren de manera que se preserve y aumente ese patrimonio. Cuando escucha las palabras «fideicomiso» o «fondo fiduciario», la primera imagen que viene a la mente suele ser la de una familia adinerada en una mansión con un patrimonio heredado de generación en generación. Los Rockefeller son quizás una de las familias más famosas y adineradas que utilizan los fideicomisos para transmitir su riqueza.
Un fideicomiso amplía considerablemente sus opciones cuando se trata de administrar sus activos, ya sea que esté intentando protegerlos de los impuestos o pasarlos a sus hijos. Este impuesto es independiente de los impuestos sobre el patrimonio y está diseñado para evitar que las personas mayores adineradas canalicen todo su dinero a sus nietos. Los servicios de planificación financiera que se ofrecen a través de Global Wealth Advisors son independientes y no están relacionados con los fideicomisos. No es necesario ser increíblemente rico para que un fideicomiso tenga sentido; muchas personas utilizan los fideicomisos de QTIP para asegurarse de que su patrimonio pase a sus propios hijos y no a los de otra persona.
Los fideicomisos son herramientas poderosas para proteger y aumentar el patrimonio, ahorrar en impuestos y mantener a los herederos. A menudo se asocian con millonarios y multimillonarios, pero pueden ser beneficiosos para cualquiera que busque seguridad financiera.