Para aquellos que buscan administrar sus activos y propiedades, hay dos opciones principales: un testamento o un fideicomiso. Los testamentos suelen ser más baratos y fáciles de crear que los fideicomisos, lo que los convierte en la opción más económica para propiedades pequeñas con activos fáciles de transferir y legados simples. Sin embargo, los fideicomisos pueden brindar más protección contra las impugnaciones legales y pueden ayudar a reducir la obligación tributaria que adeudan los beneficiarios. Cuando se trata de crear un testamento, el costo inicial es generalmente más bajo que el de un fideicomiso.
Sin embargo, el costo final de un testamento depende de lo simple o complicado que sea. Si le preocupan los impuestos y la legalización del patrimonio, debe recurrir a un fideicomiso para sus bienes y propiedades. Los fideicomisos no eliminarán completamente los impuestos, pero pueden ayudar a reducir la responsabilidad por lo que adeudarán sus beneficiarios. Además, el fideicomiso también ayuda a sus seres queridos a evitar la legalización.
Por el lado negativo, los fideicomisos en activo suelen ser más complicados y costosos de establecer y mantener. No puede usar su fideicomiso en vida para nombrar un albacea o tutores para niños pequeños, por lo que, incluso si tiene un fideicomiso en vida, aún necesita un testamento para hacer esas cosas. De hecho, la mayoría de las personas que forman un fideicomiso en activo también tienen un testamento. La legislación tributaria otorga beneficios especiales a ciertos fideicomisos irrevocables que benefician a organizaciones benéficas y, al mismo tiempo, proporcionan algún beneficio económico a su otorgante o beneficiarios.
Estas transferencias de fideicomisos permiten a los otorgantes mantener la privacidad con respecto a la naturaleza y el valor de sus activos. Varios estados adoptaron versiones del Código Uniforme de Sucesiones, cuyo objetivo era simplificar la sucesión, hacerla menos costosa y lenta. Su decisión de utilizar un testamento o un fideicomiso, o ambos, debe depender de la naturaleza y el valor de sus activos, la antigüedad y las capacidades de sus herederos, las consideraciones de planificación fiscal y la complejidad de sus legados. Sin embargo, si quiere asegurarse de que sus decisiones son legalmente vinculantes y de que pueden resistir el escrutinio en caso de ser impugnadas, debe hablar con un abogado especializado en bienes raíces.
Un fideicomiso revocable tiene algunas ventajas distintas sobre un testamento y un testamento, pero tomar una decisión entre estas dos herramientas de planificación patrimonial depende de sus preocupaciones personales y de lo que desee lograr con sus activos.