Establecer un fondo fiduciario es una excelente manera de garantizar que sus activos se administren y distribuyan de acuerdo con sus deseos después de su fallecimiento. Sin embargo, hay algunos inconvenientes a tener en cuenta antes de establecer un fondo fiduciario. Uno de los principales inconvenientes es el costo asociado con la creación y administración de un fondo fiduciario. Algunas sociedades fiduciarias cobran un porcentaje del valor de los activos gestionados, mientras que otras cobran por transacción.
Además, tendrá que pagar impuestos federales sobre la renta sobre cualquier ingreso que reciba de sus inversiones y no distribuirlo a sus beneficiarios. Otra desventaja de un fondo fiduciario es el papeleo adicional. Para que un fideicomiso en activo sea efectivo, debe asegurarse de que la propiedad de todos los activos del fideicomiso se le transfiera legalmente como fideicomisario. Esto significa que si un activo tiene un título (bienes inmuebles, acciones, fondos mutuos), debe cambiar el título para demostrar que la propiedad ahora es propiedad del Fideicomiso.
Por ejemplo, si quiere poner su casa en el Fideicomiso, debe preparar y firmar una nueva escritura para transferirle la propiedad como fideicomisario del Fideicomiso. Es importante tener en cuenta que cambiar los activos a un fideicomiso revocable no le ahorrará impuestos sobre la renta o el patrimonio. Si bien los activos mantenidos en un fideicomiso irrevocable generalmente están fuera del alcance de los acreedores, eso no es cierto en el caso de un fideicomiso revocable. Además, el testamento sigue tramitándose el proceso de legalización de sucesiones después de tu muerte, lo que puede tardar hasta 18 meses en distribuirse los activos entre los beneficiarios y puede resultar costoso.
Crear un fideicomiso en activo no es difícil ni caro, pero requiere cierto papeleo. El primer paso es crear e imprimir un documento de fideicomiso, que debe firmar ante notario público. En la mayoría de los estados, las transferencias de bienes inmuebles a fideicomisos vivos revocables están exentas de los impuestos de transferencia que generalmente se aplican a las transferencias de bienes inmuebles. Sin embargo, en algunos estados, la transferencia de bienes inmuebles a un fideicomiso activo podría resultar en un impuesto.
Una de las mayores ventajas de un fideicomiso en activo es que le permite evitar un tribunal de sucesiones. También significa que los miembros de la familia pueden ser consultados sobre cuestiones técnicas y pueden seleccionar libremente las mejores inversiones para el fideicomiso sin verse presionados por los asesores de inversiones internos. En general, si bien los fideicomisos presentan algunos inconvenientes, como los costes y el papeleo, estos inconvenientes se ven compensados en gran medida por las numerosas ventajas que supone tener un fideicomiso activo. Chris Atallah es abogado licenciado en Michigan y autor de «The Ultimate Guide to Wills& Trusts: Estate Planning for Michigan Families».