Cuando se trata de la planificación patrimonial, hay dos opciones principales: un fideicomiso o un testamento. Un fideicomiso es un acuerdo entre el otorgante y el fideicomisario, que permite al otorgante transferir activos al fideicomisario en beneficio de los beneficiarios. Un testamento, por otro lado, es un documento legal que describe cómo deben distribuirse los activos de una persona tras su fallecimiento. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, pero utilizar un fideicomiso en lugar de un testamento tiene algunas ventajas claras.
Una de las principales ventajas de utilizar un fideicomiso en lugar de un testamento es la privacidad que ofrece. A diferencia de un testamento, que debe pasar por un tribunal de sucesiones para poder ejecutarse, un fideicomiso no requiere ningún procedimiento judicial. Esto significa que los detalles de su plan patrimonial permanecen privados y no se hacen públicos. Además, los fideicomisos se pueden utilizar para mantener la confidencialidad de los diferentes valores de los activos transmitidos a diferentes herederos.
Otra ventaja de usar un fideicomiso es que permite a sus herederos evitar el tribunal de sucesiones. El tribunal testamentario es el proceso mediante el cual un tribunal transfiere la propiedad de sus activos a las personas designadas en su testamento. Este proceso puede ser costoso y llevar mucho tiempo, y si usted fallece y sus herederos necesitan acceso al dinero de inmediato, la legalización de la herencia hará que sea poco probable. Como se mencionó anteriormente, un fideicomiso en activo puede ahorrar dinero al evitar los gastos patrimoniales en el momento de su fallecimiento.
Por último, los fideicomisos suelen utilizarse en la planificación patrimonial porque entran en vigor de forma inmediata (a diferencia de los testamentos, que entran en vigor cuando usted fallece). Esto significa que a menudo se evita la tutela de los activos del fideicomiso (en lugar de recurrir a un poder notarial que puede o no reconocerse o que puede carecer de autoridad suficiente). Además, los fideicomisos no requieren la legalización de la herencia porque el fideicomiso pasa a ser el propietario oficial de los activos cuando se le transfieren. En general, utilizar un fideicomiso en lugar de un testamento tiene muchas ventajas cuando se trata de la planificación patrimonial.
Los fideicomisos ofrecen privacidad, evitan los costos y demoras de los tribunales testamentarios y entran en vigor de inmediato. También se pueden utilizar para mantener la confidencialidad de los diferentes valores patrimoniales transmitidos a diferentes herederos y garantizar la privacidad de las empresas familiares y los bienes inmuebles mantenidos por entidades que no se identifican públicamente con sus propietarios. Si está considerando establecer un plan patrimonial, es importante sopesar todas sus opciones y determinar cuál es la mejor para usted.