Un fideicomiso activo revocable no brinda protección de activos y requiere cierto trabajo administrativo para transferir todos sus activos de la propiedad individual al fideicomiso. Crear un fideicomiso en activo no es difícil ni costoso, pero requiere algunos trámites. El primer paso es crear e imprimir un documento fiduciario, que debe firmarse ante notario público. En algunos estados, la transferencia de bienes inmuebles a un fideicomiso en activo podría conllevar el pago de un impuesto.
Cambiar los activos a un fideicomiso revocable no le ahorrará impuestos sobre la renta o el patrimonio, y los activos mantenidos en un fideicomiso irrevocable generalmente están fuera del alcance de los acreedores. La mayor ventaja de un fideicomiso en activo es que le permite evitar los tribunales testamentarios. Sin embargo, hay algunos inconvenientes a tener en cuenta. El testamento sigue pasando por el proceso de sucesión después de su fallecimiento, que puede tardar hasta 18 meses en distribuirse los activos entre los beneficiarios y liquidar el patrimonio.
Además, crear un fideicomiso suele ser más caro que crear un testamento. En general, los inconvenientes de un fideicomiso se ven significativamente compensados por las numerosas ventajas que se crean al tener un fideicomiso activo. Es importante sopesar todos los pros y los contras antes de decidir si un fideicomiso en activo es adecuado para usted o no.